Aprendiendo a llevar la batuta

En este post voy a viajar 12 años en el tiempo, hasta 2030, año en el que ya se estará educando a niños que han nacido completamente rodeados por la tecnología. Vamos, lo que viene siendo haber nacido con un smartphone bajo el brazo. La situación que nos vamos a encontrar es la siguiente: - No existirán las notas porque no habrá asignaturas y , por tanto, va a desaparecer el fracaso escolar   tras replantear el significado de valorar. - Ya no existirán los cursos clasificados por edades. - Ya no repites curso si suspendes, porque nadie suspende. - El aprendizaje es semipresencial gracias al modelo de aula invertida, pudiendo ver, tanto padres como alumnos, las clases en streaming. No me digáis que leyendo estas cuatro premisas no os habéis asustado un poco....porque yo sí. Sin embargo, la visión de la situación que tiene Stephen Heppell, quién dice que " en 2030, nos reiremos de muchas cosas de los colegios de hoy" os hará pensar diferente. P

Si en la actividad anterior hablábamos de los conflictos que se podían dar en el aula y sus posibles soluciones, ahora voy a plantear los principales aspectos de la tesis que elaboró Xesus Jares para abordar los problemas de convivencia y aprendizaje dentro del aula para así ver su punto de vista: Él parte de la base de que " no siempre el conflicto separa, sino la forma que tenemos de afrontarlo". Para visualizarlo, hizo un gran estudio, con alumnos y profesores de Galicia, en el que analiza cómo se perciben los conflictos, cómo se valora la convivencia, la violencia y las estrategias de acción para mejorar la convivencia en los centros educativos. Centrándome en esta última premisa, nos trata de hacer ver   que el sistema educativo no es la única instancia que educa y tampoco tiene que resolver todos los problemas. Es más, no siempre los valores de la educación son compatibles con los sociales. Aún así, aprender a convivir afecta a la organización completa del